jueves, 25 de marzo de 2010

Cuando el vicio es de familia

Hace unos días estaba conversando con un amigo sobre los hábitos gamers de la familia.
De esa conversación resultó el conocimiento de que el vicio (vicio, limada, quemer,gamer, adicción a los jueguitos, como quieran llamarle) en mi caso lo heredé de mis padres. Nunca lo había pensado con tanta claridad pero es así, desde que tengo memoria en mi casa siempre hubo alguno dando vueltas.

Empezó con el viejo, truchito (no era original) y querido Family, con su cassette de +1001 juegos en 1. Horas y horas - registradas en foto y video- de ver a papá limando al Mario Bros y a mamá con el Tetris y el Space Invaders. Una vez nos quedamos con mi viejo toda la noche despiertos mientras el quemaba al Mario, hasta que lo pudo ganar todo. Creo que ese día fue clave en su vida y se sintió un hombre realizado en este mundo.

Cuando se rompió el Family llego la Nintendo 64, tan impecable y reluciente como estaba, junto con 2 juegos: el "Super Mario 64" y el "Mario Kart 64" , que llegaban para revolucionar a todo el hogar. Así fue como una vez más se repetía la misma escena: papá llegando antes del trabajo para correrse unas carreritas, torneito familiar, y dedos con ampollas.
Obviamente que después siguieron llegando juegos nuevos como el Mario Party, Donkey Kong 64, Mario Tenis, Star Wars, etc. etc. que nos acompañaron (y nos siguen acompañando) tantos años.

Y finalmente, hoy por hoy... aquellas imagenes de un padre limón, que llega y lo único que quiere son los videos juegos, vuelve a buscar una nueva revancha.
Su espíritu gamer dormido ha resurgido, y nos ha dado como resultado al hombre que en estos momentos (11.47pm) está sentado al borde de mi cama, meciendose al ritmo de la carrera de motos que la play tan amablemente le ofrece, y prácticamente absorbido por la televisión. Si tan sólo pudieran verlo, tan encorvado, tan concentrado!, estoy segura de que más de uno compartiría mi orgullo por este hombre responsable que nunca renuncia en forma definitiva a sus instintos viciosos.
Sin embargo, hay otro miembro de mi familia cociendo su mente al calor de la play-station y es mi hermana, mi más brillante creación (en el sentido del caracter. No creación de concepción, mal pensados ¬¬). A veces me cuesta creer que haya adquirido tan rápido la pasión por los jueguitos que yo sentía de chiquita (y que sigo sintiendo, bleh), y si bien me encanta compartir esos momentos de quemada con ella, a veces me preocupa que se esté excediendo un poco... ¿será eso lo que sentían mis familiares cuando me veían a mi jugando?.

De cualquier forma, esta familia ya estaba perdida; un poco más, un poco menos adictos a los videos juegos, ¿qué nos puede hacer?.

2 comentarios:

Drigo . EntretenArte dijo...

Mi instinto gamer yo no lo adquirí de nadie, pero mi abuela lo fue alimentando desde muy chiquito, desde que tengo memoria limé días casi enteros a: Family, Sega, SNes, Play y cuando apareció la PC en mi vida, esta cambio de rumbo a una quemadera de pestañas increible.

No sabía que tenías blog, cuando tenga tiempo me lo fumo xD

Duraznitoo dijo...

lo abrí hace poquito, asique vas a tener un par de comentarios más en tu blog a partir de ahora =D.

Que grosa tu abuela, la mía no entendía un sochori de jueguitos pero tmp le molestaba que juegue. Supongo que todo era parte de la misión malcriadora de nietos abuelistica :P.

Un beso Dri!